Las Huellas de Acahualinca son antiguas pisadas dejadas hace miles de años en los bordes del Lago de Managua. Unos trabajadores encontraron las huellas por accidente en 1874. A través de estudios se probó que estas huellas tienen 6000 años de antigüedad, lo que las hace las huellas más antiguas en el continente Americano.
Estas pistas fueron dejadas por un grupo de alrededor de 10 personas (hombres, mujeres y niños). Algunos piensan que estos estaban huyendo de la erupción de un volcán cercano, pero un estudio gubernamental descartó esta idea. Estas personas no estaban corriendo, en lugar de eso, probablemente estaban camino al lago para recoger comida y agua.
Sin embargo, la actividad volcánica es la razón por la cual estas huellas todavía se conservan. Las huellas originales fueron dejadas en una capa de lodo volcánico. Cuando un volcán cercano hizo erupción – los investigadores no están seguros de cuál – una capa de ceniza volcánica corrió dentro de las huellas y las conservó perfectamente.
Sólo parte del camino ha sido encontrado. Las otras partes probablemente han sido cubiertas por material volcánico. En 1978, el investigador nicaragüense Jorge Espinoza excavó en un área cerca de donde terminaban las huellas para ver si podía encontrar más. A una profundidad de 4 metros, de hecho, se encontraron más huellas y se cree que el camino continúa aún más.
Las Huellas de Acahualinca (una palabra Náhuatl con muchos significados) se encuentran albergadas en un pequeño museo. Además de observar la huellas, también puede apreciar algunas artesanías que fueron encontradas aquí y en otros lugares de Nicaragua. Herramientas Pre – Colombinas, un cráneo de León Viejo y huellas de mamut forman parte de la colección del museo Huellas de Acahualinca. |